Cómo
saber si la cafeína es buena para ti o si es mala? Todo el tiempo estamos
oyendo: “La cafeína es buena….La cafeína es mala”. De todos lados oímos los
beneficios de consumir este mágico ingrediente. Estamos muy emocionados y justo
cuando estamos a punto de poner los labios en una taza de café, todos esos
beneficios que se le atribuyen a la cafeína, como el tratamiento de dolores de
cabeza, disminuir la oxidación de las células, incluso bajar de peso y demás,
van para la basura, y nos dicen que existen reportes comprobados que indican
que te tapa las arterias, acelera tu ritmo cardíaco y otras muchas maldades.
A
quién creerle? Pues bien, existen varios estudios que dicen que el consumo de
cafeína es mayormente benéfico para la población general, sin embargo, ciertos
grupos poblacionales son los que deben limitar e incluso eliminar su consumo.
Entre ellos se encuentran las mujeres embarazadas e individuos con problemas
del corazón.
Entonces,
¿Es cierto que el café puede ayudarte a perder peso?
Como
seguramente has notado, la cafeína es un ingrediente clave para los suplementos alimenticios de pérdida de
peso, e incluso utilizada como un ingrediente casero en combinación con otras
sustancias para eliminar grasa, pero está comprobado? La respuesta es sí.
Las
maneras en las que la cafeína puede ayudarte a perder peso son: Elevando tu
metabolismo. La cafeína ayuda a la lipólisis (proceso de liberación de grasa a
la sangre) para producir más energía. Así como en la manera de brindarte
energía, en la que actúa como estimulante del sistema nervioso. Esto te permite
realizar actividades, específicamente ejercicio, durante más tiempo y con un
mejor desempeño.
Y te
preguntarás… ¿Cuánta cafeína debo tomar?
Esto
depende especialmente de la sensibilidad que tengas a la cafeína. Hay quienes
pueden sentirse demasiado activos durante horas con tan solo una pequeña taza
de café. Otros pueden necesitar una mayor cantidad. Hay incluso aquellos que
forman una resistencia y aunque consuman más cafeína sentirán muy poco o nada
de efecto. Para estos es necesario dejar la cafeína por un tiempo para poder
volver a sentirlos.
Es
recomendable comenzar a consumir alrededor de 100 mg de cafeína al principio y
después aumentar a 200 mg, siempre evaluando las sensaciones que producen estas
dosis de cafeína. Siempre revisa el contenido de cafeína en las etiquetas de
los suplementos alimenticios o en
los alimentos que consumas.
El problema en la
medición de cafeína está en que no todos tipos de grano de café tienen el mismo
contenido de cafeína, además, podemos encontrar cafeína en los chocolates y los
refrescos. Sin tomar mucho en cuenta la cafeína contenida en los chocolates y
refrescos (considerando que estamos tratando de bajar de peso y por lo tanto no
los consumimos), podemos asumir que hay entre 80 y 125 mg de cafeína en cada
taza de café.
Puedes consumir tu
café de una forma muy conveniente si vas a hacer ejercicio: simplemente añade
tu taza de café a un batido de proteína ANTES de hacer ejercicio y aprovecharás
los beneficios de este para tu rutina.
Ahora, también como
todo en exceso es malo, esto también aplica para la cafeína. Cuando consumimos
demasiada cafeína, sus propiedades estimulantes pueden afectarnos de forma
negativa.
Podemos volvernos
adictos a la cafeína y también desarrollar una tolerancia a ella. Por eso es
recomendable tomarse un tiempo de pausa en el consumo de cafeína.
En resumen, si no
estás tomando cafeína para nada, no es necesario que la tomes ya que has podido
ejercitarte muy bien de esa manera. Puedes experimentar con ella en forma de
suplemento como los famosos “Pre-Workout” o pre-entrenamiento. Si ya la
utilizas con regularidad, las buenas noticias es que no tienes que dejar de
tomarla, ya que al parecer es más benéfica que dañina, además de que te da ese
plus en el gimnasio, solamente vigila tus cantidades y tu frecuencia.